domingo, 28 de noviembre de 2010

28 of November.


“Era un apacible día de lluvia, de esos en los que la gente abandona las calles, todo se encuentra silencioso, deshabitado, nadie rompe la calma de la ciudad. No hay ruido, sólo las gotas de lluvia al caer. No hay prisa, no hay tiempo. Como si la lluvia se llevara todo el rencor de nuestros corazones mientras deambulamos sin rumbo fijo bajo su abrazo. Disfrutando cada tacto de una gota que cae sobre tu piel, el choque del viento, que te llega hasta los huesos, haciéndote olvidar todo lo que hay a tu alrededor, para gozar de una sensación tan pura e íntegra.
Sí, me encantan los días de lluvia.”

2 comentarios: