lunes, 11 de julio de 2011

11 of July.

“Caía la noche en aquella ciudad victoriana, cuyas calles presenciaban los últimos paseos vespertinos de importantes aristócratas ataviados con carísimas capas con un tono aterciopelado más sombrío que la propia oscuridad. Con sus orgullosos andares y una arrogante actitud hacia los congéneres que consideraban únicamente una nulidad más entre las indiferentes gentes que poblaban las plazoletas y avenidas más lujosamente ornamentadas de los más conocidos vecindarios de Inglaterra, se dirigían impasibles rodeados de soberbia y altanería a refugiarse en sus grotescas mansiones, al amparo de sus innumerables libros forrados de lujosa felpa y firmados con una delicada pluma de madera de ébano por Lord Byron. En una sociedad como aquella, en la que todos y cada uno de los individuos vivían por y para el libertinaje y la lujuria, no era difícil de imaginar que la inmensa mayoría de ellos habrían vendido su alma al mismísimo Diablo para hacer realidad sus más frívolos e inmorales deseos. Y por eso había ascendido de los más profundos y llameantes infiernos, un anticristo, uno de los demonios más temidos incluso por los mismísimos arcángeles, a una tierra poblada por corrupción e hipocresía. Sin duda, el mejor sitio donde seducir y embaucar una inmensa cantidad de ánimas débiles y egoístas. Esta era la mejor y más astuta oportunidad que había tenido para absorber un ejército de almas errantes, y no iba a dejarla pasar a ningún precio. Como si de una misteriosa representación gótica se tratase, la obra estaba apunto de comenzar.”

domingo, 10 de julio de 2011

10 of July.


“Caía. Caía hacia un vacío sin fondo. Alzaba mi mirada al cielo, pero todo lo que veía era oscuridad. Y su mano. Una delicada y gentil mano que me buscaba entre las sombras. Intenté gritar, pero mi voz se tornaba en un grito ahogado. Y caía. Y sentía que la perdía...

Abrí los ojos y me incorporé sobresaltado. Notaba la respiración acelerada y mi corazón latía desbocado. Me giré con preocupación, y allí estaba ella, todo lo que yo necesitaba. Tranquila, calmada. Con los ojos cerrados y los labios curvados en una sonrisa. Me froté los ojos con nerviosismo. “Sólo ha sido un sueño, sólo ha sido un sueño...” me repetía una y otra vez mientras continuaba temblando sobre un lado de la cama, intentando en vano volver a conciliar el sueño.

De repente, un fuerte viento arrancó las cortinas que cubrían la intimidad de la habitación y abrió la ventana con un golpe seco, precipitándose al interior acompañado de un siniestro silbido. Me asomé al exterior y quedé atrapado por el brillo rojo de una luna hipnotizante que se alzaba en el cielo, nublando mis sentidos y paralizando mi cuerpo.

Unos instantes después, una misteriosa energía agotó mis fuerzas, haciéndome caer de rodillas, envuelto por una densa niebla que se abría paso poco a poco, inundando la estancia con un efecto anestesiante… Lo último que oí fueron sus aterrados chillidos…”

lunes, 4 de julio de 2011

4 of July.

"Las luces de la ciudad se apagaban a la vez que los sueños en su interior. Nada rompía la calma que poco a poco se iba asentando en las calles con la llegada de la noche, y nadie parecía querer interferir en ello. Su alargada y tenue sombra sustituía a su silueta entre aquellas calles inundadas de melancolía y desesperación. Sentimientos rotos que fluían de su corazón y se mezclaban a su alrededor, como un huracán que libera toda su furia contenida bajo el sagrado amparo de la luna y las estrellas. Sin rumbo fijo, su camino se desdibujaba a cada paso entre las laberínticas calles que constituían aquella apartada y olvidada ciudad, donde únicamente las almas errantes, corrompidas o destruidas, se atrevían a hacer su aparición. Con un delicado movimiento, descubrió sus brillantes ojos colmados por un etéreo resplandor purpúreo, revelando en su camino la visión de aquellos fantasmas del pasado que seguían deambulando por las abandonadas calles, bajo el hechizo que aún hipnotizaba su torturada alma."